Así ha resultado la subasta de energías renovables 2021-2025

2.036 MW de energía fotovoltaica asegurados

Hace algunas semanas hablábamos en nuestro blog de la subasta de energías renovables que el Gobierno iba a realizar dentro del Plan Integrado de Energía Clima (PNIEC). Manifestábamos nuestro descontento respecto a que no existiera un cupo reservado para las instalaciones de generación distribuida, es decir, aquellos proyectos de mediano tamaño situados cerca de los puntos de consumo y que no requieren inversiones en la red de transporte y distribución.

El concurso se ha realizado esta semana, repartiendo algo más de 3.000 MW de renovables de los 9.000 MW solicitados por 84 oferentes. Con esto se cubre un periodo de cuatro años a cuyo fin se deberán haber construido todos los proyectos, de los cuales 2.036 MW corresponden a fotovoltaica y 998 MW a eólica terrestre.

El precio final de adjudicación ha sido de 24,47 €/MWh para la fotovoltaica y 25,31 €/MWh para la eólica. Son precios muy competitivos si los comparamos con los precios medios del mercado eléctrico previstos para los próximos años (fijados entre 40-45 €/MWh). De entrada, el primer efecto de la subasta será bajar el precio de la electricidad.

¿Cómo nos afecta?

El resultado de la citada subasta afecta asimismo a los proyectos que los promotores negocian directamente con los clientes mediante los mecanismos de PPA (Acuerdo de Compra de Electricidad), donde se fija un precio para el cliente final. La magnitud de estos contratos en España es enorme. Solo en 2020 se ha firmado en nuestro país un volumen de 3.400 MW a un precio medio de 35 €/MWh que, como vemos, también está bastante por debajo del precio del pool del mercado eléctrico. Ganar la subasta implica no tener que negociar un PPA para nuestro proyecto, por lo que se puede aceptar un margen inferior. La fotovoltaica va a estar en condiciones de firmar PPAs de unos 30 €/MWh a lo largo de este año, por lo que se espera que el volumen de PPAs se mantenga.

Los pequeños proyectos de generación distribuida y autoconsumo industrial sobre cubierta van a seguir creciendo a la sombra de esta reducción del precio en la tecnología fotovoltaica. En un país como España, con la cantidad de horas de luz solar de las que disfrutamos, la convierten en una tecnología imbatible en cuanto a precio, así como en cuanto a sostenibilidad.

Otra novedad que ha traído la subasta, al margen del precio, es que el Gobierno ha introducido factores técnicos como la acumulación. Aunque quizás no fuera el momento, es evidente que a lo largo de esta década se van a adjudicar proyectos con sistemas de acumulación cada vez más baratos para aumentar la gestionabilidad de las renovables por parte del sistema. Igualmente veremos, sin duda, el florecimiento del hidrógeno verde asociado a los excedentes eólicos.

La gestionabilidad de los proyectos de generación distribuida y autoconsumo deberían llegar de la mano del vehículo eléctrico. Sin duda será un periodo apasionante.

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