En el anterior artículo de nuestro blog hicimos un repaso al nuevo sistema de subastas, cuyo calendario publicó este mes el MITECO. En esta ocasión vamos a intentar encuadrar ese calendario en el ambicioso Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)
El objetivo último del Gobierno es que, además de los criterios de coste de la electricidad para asignar los 10.000 MW fotovoltaicos de aquí a 2025, primen otros como la solidez de los proyectos, el fomento de las comunidades energéticas, y la utilización eficiente de la red eléctrica sin necesidad de nuevas y costosas inversiones. Casi todos los objetivos anteriores se consiguen mediante instalaciones de medio tamaño, cercanas a los puntos de consumo, es decir, lo que ha venido a llamarse generación distribuida. Algo a lo que contribuyen también, aunque no sean objeto de las subastas, las instalaciones de autoconsumo.
Por supuesto, otro de los grandes objetivos del Gobierno para mejorar la eficiencia es alejar a los especuladores de las subastas, aquellos cuyo único objetivo es conseguir las licencias para luego venderlas. Por eso, la madurez de los proyectos será un criterio de evaluación clave.
¿Pero cómo va a cambiar nuestro parque de generación en esta década que comienza?
Nuestro parque de generación actual cuenta con 110.000 MW, de los que aproximadamente la mitad son energías renovables.
La tendencia de consumo que el Gobierno fija en su previsión de PNIEC es un parque de generación de 160.000MW para el horizonte de 2030.
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El reparto vuelve a mandar un mensaje claro en cuanto a cuál es la tecnología más eficiente y, por tanto, la que más va a crecer en esta década: la fotovoltaica crecerá en 30.000 MW para situarse en 39.000 MW (25% del total); la eólica, 22.000 MW hasta llegar a los 50.000 MW (31% del total) y la termosolar lo hará 5.000 MW hasta los 7.300MW. El resto son crecimientos marginales, manteniéndose la generación hidráulica en los 14.600 MW.
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En 2030 nuestro parque de generación va a ver reducida su capacidad en tecnologías que contaminan y emiten gases de efecto invernadero, desde los 44.000 MW hasta los 30.000 MW, con la desaparición total de las centrales de carbón, que son las más contaminantes. Y el parque nuclear se verá reducido a la mitad.
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El peso de las energías no renovables en el escenario de 2030 se reducirá a un 20%, la gestionabilidad se va a mantener mediante mejoras en la potencia de bombeo instalada (subir agua a los pantanos cuando sobra electricidad, para generar cuando haya exceso de demanda) con 9.500 MW, y la instalación de una capacidad de almacenamiento en el sistema de 2.500 MW.
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Pasar de 9.000 a 39.000 MW en diez años, un reto en el que Energés quiere aportar su experiencia y conocimiento. Un desafío tecnológico, social y global sin precedentes que solo en nuestro país puede crear más de 100.000 puestos de trabajo al año.
Si tienes cualquier duda o consulta que quieras hacernos sobre una inversión en plantas fotovoltaicas de conexión a red, ya sabes que puedes contactar con nosotros por teléfono o a través de este formulario.
